Artículo publicado en La Vanguardia el día 9 de febrero de 2016
Situar la innovación en el centro del modelo económico y social de Cataluña es un reto insoslayable: nos jugamos el futuro. La innovación es un factor clave para la competitividad y para el desarrollo de las sociedades y su bienestar.
Si queremos que Cataluña sea un país intensivo en conocimiento, talento e innovación debemos promover instrumentos y políticas que lo hagan posible, con visión estratégica, ambición y estabilidad. Y facilitando que los diversos actores converjan en una visión común y unos objetivos compartidos. Precisamente esto es lo que pretende la recientemente presentada Agenda para la innovación y la competitividad de Cataluña 2015-2020. La Agenda ha sido impulsada por la Plataforma Conocimiento, Territorio e Innovación, que a día de hoy conforman un total de 23 organizaciones entre universidades, asociaciones empresariales, instituciones y empresas.
La Agenda incluye todo lo relacionado con la innovación tecnológica y la creación de valor en el ámbito empresarial. Pero al mismo tiempo se extiende a la investigación y el capital humano: políticas educativas, investigación científica y transferencia de conocimientos, formación a lo largo de la vida. Y también incluye los ámbitos vinculados al bienestar social: lucha contra la pobreza y las desigualdades, generación de oportunidades, lucha contra el paro. Debemos entender la innovación como una herramienta transversal de país, como una pieza clave de las políticas públicas. La innovación debe permitir ser más competitivos. Asimismo, debe constituir la palanca para el progreso y el bienestar de los ciudadanos.
Tenemos activos que nos permiten ser optimistas: tejido y vitalidad empresarial, investigación científica de primer nivel, una cultura abierta al mundo. Pero también aspectos que pueden ser un lastre: desigualdades, pobreza creciente, desempleo y mercado de trabajo de baja cualificación, escasa inversión en educación, pérdida de competitividad en determinadas áreas, infraestructuras insuficientes. No en vano Cataluña ha pasado de ocupar la posición 103 en 2010 a ocupar la 142 en 2013 en el Regional Competitiveness Index, de un total de 260 regiones europeas.
Es el momento de repensar el país que queremos. Reunir las piezas, conocer, saber más y aplicarlo. Ahora es el momento de pensar en el futuro actuando en el presente.